En un sistema de frenos moderno, el cilindro principal del freno asume la fuerza del pedal y del reforzador de la fuerza de frenado. La fuerza se aumenta hasta el cilindro de freno de rueda de forma que los discos de freno pueden ser presionados efectivamente por las mordazas. Con ABS y regulador de la fuerza de frenado se distribuye la presión de frenado, evitando los derrapes.
En el automóvil, diversos filtros evitan que el aceite del motor, el aceite hidráulico, el combustible y el aire se contaminen. El aceite tiene que generar presión y, por eso, debe estar libre de sustancias nocivas. El combustible contaminado empeora la combustión. El aire del habitáculo se mantiene libre de polvo, de polen y de humedad gracias a los filtros de aire.
A través del arrancador, la batería transporta corriente eléctrica hacia la bobina de encendido, que genera alta tensión. Esa tensión se transfiere a las bujías directamente o por medio del distribuidor de encendido y el cable de encendido, para generar ahí chispas que inflaman el aire y el carburante en el cilindro. Las resistencias en el sistema de encendido repelen una descarga.
Los componentes que unen la carrocería y las ruedas se conectan al mecanismo de traslación. Esto incluye la dirección, compuesta por la barra de dirección, el volante y el engranaje, así como la servodirección. Así se puede mover el mecanismo de traslación en la dirección deseada en cualquier momento. Por eso, la guía de barras de acoplamiento en el eje es esencial.
La amortiguación en el turismo evita que éste basculee y extienda las vibraciones. Sin muelles, horquillas de suspensión y amortiguadores, el mecanismo de traslación se enarbola y vibra durante mucho tiempo. En la suspensión independiente, la amortiguación recibe apoyo de los brazos oscilantes transversales, las articulaciones soporte, el estabilizador, las barras de acoplamiento y las diversas guías de eje.
El motor de combustión genera el par motor a través del cigüeña, que se transmite mediante el accionamiento por correa a todos los subconjuntos y a la ruedas. Con la correa trapezoidal acanalada y la correa dentada se transmite eficazmente la fuerza a las poleas y, con ello, a todos los ejes conectados. Esas piezas de desgaste deben ser sustituidas, por lo general, tras 100.000 km.
En el vehículo, el sistema eléctrico precisa mucho espacio. Comienza con la batería, que alimenta la iluminación y las bujías. La red de los equipos de control con sensores también necesita electricidad. Con el alternador se garantiza el suministro de energía eléctrica y se pueden abastecer otros grupos, tales como el compresor del aire acondicionado y los limpiaparabrisas.
Con un botón giratorio en el volante se puede encender el limpiaparabrisas. Este desplaza los brazos con movimientos homogéneos y las gomas de los limpiaparabrisas limpian las lunas. Con las boquillas de lavado y el motor del limpiaparabrisas se completa la limpieza del parabrisas. Las inclemencias cambiantes y la fricción en las gomas ocasionan un desgaste periódico.
El accionamiento del eje y el embrague están siempre ocupados con la transferencia continua del par motor adecuado a las ruedas. La transmisión del número de revoluciones en el engranaje se guía por el disco de acoplamiento hasta los ejes de accionamiento. Simultáneamente se garantiza la alineación de la transmisión por medio de las articulaciones del eje.
La carrocería representa la estructura total de un coche. La mayor parte de la carrocería autoportante se construye de acero inoxidable, aluminio o plástico. Junto con el mecanismo de traslación y la propulsión constituye la pieza esencial del automóvil. Con las vibraciones de la carretera puede balancearse y, por eso, se amortigua.
Desde el depósito de combustible se transporta gasolina o gasóleo con una bomba de carburante para su combustión que, al igual que el transmisor del nivel de combustible, se aloja y lubrica en el tanque. La unión se efectúa con mangueras a las que también se conecta el filtro de combustible. Por seguridad, el tanque de combustible está siempre lejos del motor detrás de un guardabarros.
A través del equipamiento interior se muestran el confort y el lujo. Incluso el equipamiento más sencillo dispone de asientos acolchados, alfombras en todo el habitáculo hasta el maletero y un salpicadero con volante, cambio de marchas y elementos de mando para iluminación, la calefacción y el aire acondicionado. El lujo se consigue con la selección de los tejidos.
El aire acondicionado recibe corriente eléctrica para el compresor, por lo demás, trabaja sin energía adicional, pues el frío para el interior se genera por el intercambiado térmico. Por el compresor fluye refrigerante a través de la válvula de expansión hasta el evaporador y allí enfría el aire por medio del intercambiado térmico.
Debajo del capó se genera calor, que puede ser utilizado para la calefacción y el sistema de enfriamiento por medio del aire acondicionado. Esas áreas operan con intercambio térmico, igual que la refrigeración por agua, y se pueden operar casi sin abastecimiento de corriente. El aire en el compartimento del motor puede enfriar el agua refrigerante y calentar el habitáculo.
El escape, también llamado sistema de escape, toma los gases residuales de la válvula de escape en el colector para unirlos y expulsarlos por el tubo de escape. Los gases fluyen a través del silenciador central y el silenciador final para perder calor, presión y sonido. Un escape moderno dispone de un sistema de limpieza de los gases residuales mediante un catalizador.
Las mangueras se utilizan mucho en el automóvil, debido a su elasticidad. Se refuerzan con revestimientos tejidos de fibras metálicas y, por eso, se pueden utilizar para transportar combustible, aceite de motor, agua refrigerante, fluido hidráulico etc. Las influencias de la temperatura ocasionan desgaste, generando porosidades y que la manguera pierda estanqueidad.