Colectores de admisión para tu coche
Colector de admisión suministro de aire para Las mejores modelos
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Colectores de admisión defectuoso? » Detectar desgaste • Reparación • Manual para el cambio
Distribuir el aire con el colector de admisión
El colector de admisión, también llamado "vía de admisión" es una pieza que distribuye el aire aspirado en las distintas cámaras de combustión en la culata del cilindro. El colector de admisión ha de resistir las vibraciones del motor, las altas temperatura y, dado el caso, también las altas presiones del interior. Esto lo convierte en una pieza sometida a alta presión. Dado que las vías de admisión están hechas de plástico termoresistente que se adapta a cada tipo de automóvil en cuestión, el precio para una pieza es generalmente de unos cientos de euros.
El camino del aire aspirado
Para que la combustión de un motor funcione siempre de forma óptima se requiere una dosificación exacta del combustible en función del aire aspirado. El caudalímetro incorporado en la vía de admisión proporciona constantemente la cantidad exacta de aire aspirado al dispositivo de control. En base a esta información el dispositivo de control calcula el oxígeno presente en el aire para dosificar la cantidad de combustible a inyectar. Por este motivo es importante que el caudal de aire aspirado no cambie entre el caudalímetro y la culata de cilindro. Fugas en el sistema de admisión siempre conllevan fallos de funcionamiento. El camino del aire de admisión es: carcasa del filtro de aire, caudalímetro - recarga, dado el caso, - manguera de aire de admisión, vía de admisión, junta de admisión, culata de cilindro. La vía de admisión es una de las piezas más sofisticadas de esta serie.
Reparación de la vía de admisión
Una vía de admisión está hecha de plástico, lo que ahorra peso, no obstante, también disminuye la vida útil. En los vehículos con alimentación mediante turboalimentador, compresor G o compresor la vía de admisión está sometida adicionalmente a altas presiones interiores. Las vibraciones del motor, la presión interior y los cambios de temperatura afectan enormemente a esta pieza. Especialmente críticos son las conexiones atornilladas en la culata de cilindro. Estos inevitables puntos débiles de la construcción se parten fácilmente, sobre todo durante el recambio de la junta de admisión. En función del modelo de coche es probable que esta pieza se dañe tras un kilometraje de aproximadamente 150.000 kilómetros. En vehículos más antiguos, cuyo desguace es una cuestión de meses, se puede intentar arreglar la vía de admisión provisionalmente con resina epoxi o pegamento resistente a la temperatura. Para vehículos que todavía han de durar unos años, no se recomienda esta práctica provisora. Siempre se corre el riesgo de que el punto arreglado de forma provisional se vuelva a desgarrar y afecte al rendimiento del vehículo. Por tanto, a menudo solo queda reemplazar el colector de admisión defectuoso por una pieza nueva.
Determinar los defectos con exactitud
El sistema de admisión se ha construido de tal forma que la vía de admisión es generalmente la última pieza en estropearse. Mangueras, juntas de admisión e incluso caudalímetros son normalmente más económicos que unas vías de admisión. Por lo general, fallan antes. Cuando el motor se comporta como si absorbiera aire indebido, conviene revisar todo el sistema de admisión. Con en motor en marcha se revisa el sistema de admisión completo en busca de fugas. Estas pueden manifestarse mediante pitidos o silbidos. Un cigarrillo encendido o una varita de incienso también puede indicar a través de turbulencias de aire delatadoras donde se encuentra una fuga. Si esto no da resultado se puede seguir buscando el agujero en el sistema de admisión rociando limpiador de frenos en ráfagas breves. La fuga se delata en este caso por un cambio en la velocidad del motor. La junta de admisión y el fuelle situado en la manguera de admisión suelen ser las primeras víctimas del desgaste. Por tanto, conviene empezar con estas piezas cuando se busca la fuga. Si se ha de desmontar el sistema de admisión, también se debería revisar si hay una capa de aceite en el interior. En función del tipo de motor una fina de capa de aceite puede ser normal, puesto que la ventilación del motor puede estar conectada, dado el caso, con el sistema de admisión. Si el aceite ya forma un reguero, el defecto es más grave. Antes de la reparación conviene evitar esta entrada de aceite en el sistema de admisión. Con algo de suerte solamente se ha echado demasiado aceite de motor. En el peor de los casos fallan los anillos de pistón lo que hace necesaria una revisión exhaustiva del motor. Si se encuentra una mayor cantidad de aceite en el interior, se ha de limpiar el colector de admisión y el caudalímetro concienzudamente antes del montaje. Juntas y mangueras de admisión se reemplazan en este caso de forma preventiva, dado que el aceite puede corroer ambas piezas en el interior.
Vías de admisión de calidad de fabricantes de marca
Vías de admisión son piezas altamente específicas que solamente se ajustan a un motor determinado. Por tanto, estas componentes solamente puede adquirirse a través de los fabricantes OEM. No obstante, esto garantiza al cliente la más alta calidad para esta pieza que muestra la misma vida útil que la pieza original.