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Pastillas de freno defectuoso? » Detectar desgaste • Reparación • Manual para el cambio
La pieza de seguridad y de desgaste n° 1: los forros de freno
Los forros de freno son con diferencia la pieza más importante de seguridad y desgaste de un automóvil. Se encargan de que se pueda reducir la velocidad del coche en marcha en cualquier momento. La construcción y la fabricación de los forros de freno está sujeta a altas exigencias. Sin embargo, debido a su uso masivo, son relativamente económicos. En este artículo podrá leer todo lo que debe saber sobre los forros de freno.
Posición escondida, efecto importante
Los forros de freno se encuentran detrás de la llanta de un coche. Se montan en las pinzas de freno y entre ellos pasa el disco. Los forros también se montan en los frenos de tambor. No obstante, allí se llaman "zapatas de freno" por su forma radial. Los forros de los frenos de disco se llaman por eso también "pastillas de freno". Así se distinguen claramente de las zapatas de los frenos de tambor. Así que si quiere comprar pastillas de freno, debe estar seguro de lo que necesita: zapatas o pastillas de freno. Estas últimas se encuentran en la pinza de freno. Están fijadas de tal forma que solo se pueden mover en una dirección, hacia el disco de freno y de vuelta. Al pisar el pedal de frena la fuerza hidráulica va acercando las pastillas de freno una a la otra, con la ayuda del pistón de freno en la pinza. En tal proceso el disco de freno giratorio queda atascado entre ambas. Así se genera una fuerza de fricción que ralentiza el vehículo. En cada proceso de frenado se van desgastando las pastillas de freno poco a poco.
Características de los frenos de disco y tambor
Las zapatas de freno se encuentran en el freno de tambor. Los frenos de tambor eran antes estándar, conforme los coches iban ganando peso y potencia, ya no bastaban. Los frenos de tambor son muy fiables, no obstante, tiende a fallar repentinamente cuando se sobrecalientan. Los frenos de disco, en cambio, son menos propensos a acumular calor. Por este motivo, hoy en día los frenos de tambor ya solo se montan en el eje trasero. En el caso de vehículos de mayor calidad y tamaño, solo se utilizan como freno de estacionamiento. Para una conducción normal, la mayoría de los vehículos actuales utilizan casi exclusivamente frenos de disco en todos los ejes.
Cuando hay roce es demasiado tarde
Una pastilla de freno desgastada se manifiesta a través de un ruido de rozamiento. Cuando la capa del forro de freno está completamente pulida, entonces el metal de la chapa de fijación roza con el metal del disco de freno. Dicho roce genera un ruido que se diferencia claramente de aquellos que se producen durante un proceso de frenado normal. En tal caso los frenos son casi inservibles. El coche ya no es apto para la circulación y se debe llevar inmediatamente al taller más cercano. Cambiar los forros de freno no es ni caro ni difícil, pero debe llevarse a cabo de forma concienzuda y a tiempo.
Frenos con sistema de detección temprana
Si en fabrica se prevé esta posibilidad, también se pueden montar forros de freno con detección automática del desgaste. Estos disponen de un contacto eléctrico que avisa cuando los forros alcanzan un grosor determinado. Cuando están tan desgastados que el contacto toca el disco de freno, entonces se ha alcanzado el límite de desgaste. En tal caso se avisa al conductor con una luz. Ahora hay tiempo suficiente para reparar los frenos.
¿Cuándo se deben cambiar?
Para pasar una inspección general los forros deben tener un grosor mínimo de siete milímetros. Incluyendo la chapa de fijación, el grosor real debe ser de al menos dos milímetros. Con una pastilla de freno que se ha desgastado de esta manera, sin embargo, solo es cuestión de unas pocas semanas que se tenga que reemplazar. Recomendamos, por lo tanto, un espesor mínimo de 10 milímetros, incluyendo la placa base, cuando se inspeccionen los forros de freno.
¿Se puede cambiar el disco en casa?
Por regla general un disco de freno debe cambiarse, como muy tarde, cuando las pastillas de freno se sustituyan por segunda vez. No obstante, siempre que se cambien los forros también conviene revisar los discos exhaustivamente. Cuando estén muy rodados, ondulados o incluso agrietados, ya solo se pueden cambiar. Sin embargo, los costes adicionales y el trabajo extra que suponen un cambio del disco de freno son tan bajos que no vale la pena ahorrar dinero a este aspecto.
Gastos de unos frenos nuevos
Unos forros y discos de freno de calidad de marca también son tan económicas que no vale la pena elegir un fabricante barato de origen desconocido. Esto se puede ver el ejemplo del Golf, el coche más vendido: las empresas de marca raramente cobran más de 20 euros por un juego completo de pastillas de freno. Por tanto, no vale la pena buscar productos más baratos.