Filtro de partículas (FAP) para tu coche

Limpiando el diésel

El filtro de hollín, filtro de escape diésel, filtro de partículas de hollín o simplemente filtro de partículas es un componente fijo de los modernos vehículos diésel. La denominación "filtro diésel", en cambio, es errónea, dado que dicha pieza es responsable de depurar el combustible no quemado. El filtro de hollín sirve para depurar los gases de escape. A diferencia de los catalizadores que se suelen usar en los vehículos de gasolina, los filtros de escape diésel son auténticos sistemas de retención. En vez de desencadenar una reacción catalítico-química, filtran físicamente las partículas que se generan en los gases de escape. Por tanto, los filtros de hollín tienen una vida útil limitada.

Defectos en el filtro de escape diésel

La causa principal de fallos en el filtro de escape diésel es la obstrucción natural. Un filtro de hollín moderno tiene un efecto de autodepuración pero este puede perder eficacia con el paso del tiempo puesto que los restos quemados a ceniza del filtro de partículas se quedan en la pieza. Un filtro de hollín obstruido no tiene que ser el fin de esta pieza, no obstante, se ha de actuar inmediatamente. La obstrucción inminente no se puede ignorar, dado que sino en algún momento ya no se podrá arrancar el vehículo por un mecanismo de bloqueo en el sistema de gestión del motor.

Precio de un filtro de partículas

El filtro de escape diésel es de fácil acceso, no obstante, se trata de una pieza de repuesto nueva bastante costosa. Dependiendo del tipo de vehículo se piden para una pieza de repuesto nueva entre 1.500 y 4.500 euros. Con una vida útil de 150.000 a 180.000 kilómetros un filtro de gases de escape diésel obstruido puede suponer la pérdida económica total. No obstante, hay una alternativa: en vez de elegir una pieza nueva, es posible encontrar ahora filtros de partículas limpiados y renovados en el mercado. Se suelen ofrecer en intercambio, de modo que para la compra de un filtro limpio se requiere la entrega del filtro obstruido propio. Si esto ya no es posible, se cobra un pago adicional. Un precio de 350 a 600 euros por un filtro de partículas de repuesto suele ser razonable para una pieza que se cambia cada 200.000 kilómetros.

Reemplazo de un filtro de escape diésel

El recambio es bastante sencillo. El filtro de escape diésel se encuentra en el sistema de escape y está fijado al tubo mediante unos pocos tornillos. Si se ha de reemplazar el filtro de escape diésel también se deberían revisar todos los demás componentes del sistema de escape. Dado el caso, la válvula de recirculación de gases de escape está conectada al el filtro de escape diésel. Por este motivo se ofrecen los filtros de partículas a menudo en juegos completos con válvula AGR. Una válvula AGR defectuosa acelera el desgaste del filtro de escape diésel, por tanto, se debería revisar regularmente. Un defecto frecuente en el filtro de escape afecta a la función de limpieza que en mucho vehículos suele proporcionar un serpentín integrado. Si se produce un fallo en este punto, la función de limpieza se puede interrumpir. No obstante, las causas de este defecto son a menudo solamente roturas de cable, conexiones deslizadas o contactos corroidos. El dispositivo de mando indica esta fallo generalmente.

Alargar la vida útil del filtro de partículas

Un vehículo diésel tiene sus mayores ventajas en largos recorridos. Durante trayectos largos se quema el combustible de la manera más eficiente en un rango de revoluciones óptimo. La temperatura constante del motor proporciona una combustión regular. Esto influye en el filtro de hollín. Por tanto, se recomienda adquirir un vehículo diésel si se va usar de la forma correspondiente. La producción de partículas de hollín es, sobre todo durante la fase de calentamiento, un problema. Un vehículo diésel que se usa principalmente para trayectos cortos produce, por tanto, más partículas de hollín y consecuentemente se encuentra mayor cantidad de ceniza en el filtro de partículas. La vida útil de un filtro de partículas puede variar entre trayectos largos y cortos en hasta un 25 % o 40.000 kilómetros.

Filtros de hollín en vehículos de construcción y tractores

Los requisitos legales para el uso de vehículos agrícolas y de construcción aumentan fuertemente en el ámbito internacional. El reglamento correspondiente se llama TIER. En Europa y América tan solo se permiten nuevas matriculaciones de vehículos agrícolas y de construcción con una clasificación TIER3+ o TIER4. Vehículos más antiguos hasta TIER2 tienen todavía una plazo de transición en el que han de instalar filtros de escape suficientemente grandes o han de retirarse. En el mercado se pueden encontrar actualmente una gran cantidad de soluciones interesantes con las que también los vehículos agrícolas y de construcción pueden funcionar adecuadamente durante un tiempo prolongado.

El filtro de hollín del futuro

El escándalo de emisiones contaminantes de Volkswagen ha demostrado que la tecnología para la depuración de gases de escape de vehículos diésel todavía tiene que mejorar mucho. Los camiones ya usan aditivos de urea para reducir la emisión de sustancias contaminantes en vehículos diésel. Cabe esperar que pronto también se harán obligatorios sistemas similares para automóviles.