Aire y luz en el coche – Todos sobre los techos solares

La experiencia de aire fresco que ofrece un descapotable es única. Sentir el viento, la luz y el calor del sol mientras se conduce crea una experiencia de conducción excepcional que difícilmente puede compararse con cualquier otro placer al conducir un coche. Un viaje en un descapotable abierto es fantástico, pero esto coches tan divertidos son muy poco prácticos si hace mal tiempo. Si desea un poco más de luz y aire en su vehículo, hay otras soluciones.

Tradicional pero anticuado, el techo solar de acero

Hasta hace poco, el techo solar era un extra estándar disponible para muchos coches, que se podía encargar junto con el coche nuevo. Un techo solar de acero consiste en una pieza de chapa perforada del revestimiento del techo, que se ha equipado con algunos elementos mecánicos. Con un cabrestante eléctrico o manual, el techo solar de acero se tira discretamente hacia atrás por debajo del resto del techo. Esto le da al conductor un poco de sensación de descapotable en el coche.

Por desgracia, el techo solar de acero también tiene algunas desventajas. Primero está la mecánica. Muchas piezas tienden a atascarse, partirse, holgarse o sufrir cualquier otro defecto. Dado que la mecánica está oculta bajo el techo, su reparación suele tomar mucho tiempo. Además, a veces puede resultar difícil encontrar piezas de repuesto incluso para los vehículos más nuevos. Los techos corredizos de acero no son tan susceptibles como los techos eléctricos plegables de acero. Pero cuando se atascan, suelen ser caros.

Los techos corredizos también sufren fugas con bastante rapidez. Casi ninguna marca está exenta de esto. Una junta limpia entre el elemento deslizante y el resto del revestimiento del techo es extremadamente difícil de conseguir. Cuando las gomas se vuelven quebradizas o comienzan a encogerse, lo primero que se pierde es la tensión. Esto provoca que el conductor se moje cada vez que llueve o visita el túnel de lavado. No es nada placentero. Esta reparación no suele ser tan compleja como un sistema mecánico defectuoso. Pero sí es muy molesta.

Después de todo, el ruido del viento era un compañero constante de los techos solares. Había soluciones como deflectores de viento pegados delante de las aberturas, pero estos a pesar de funcionar desde un unto de vista técnico, no tenían buen aspecto. Además, aumentaban la resistencia al aire y en consecuencia el consumo de combustible.

En los años 1980 y 1990 también hubo una tendencia a reequipar los automóviles con techos solares. Para ello se cortaba un agujero en el techo y luego se montaba un techo abatible o uno corredizo sobre el automóvil. Sin embargo, estas soluciones siempre han sido solo mediocres, reduciendo el valor de un coche en lugar de aumentarlo.

Fin por aerodinámica

Los techos solares son cada vez más raros hoy en día debido a la complejidad de las formas de las carrocerías. Dado que el elemento del techo se inserta entre el revestimiento del techo y la chapa, una forma del techo suficientemente recta es un requisito para la construcción.

Los techos fuertemente curvados de muchos coches hacen casi imposible la instalación de un techo corredizo de acero. Allí, donde aún se ofrece, se puede ver la solución de compromiso. En el Hyundai IX20, el elemento deslizante pasa sobre el techo que se encuentra detrás. Por lo tanto, sobresale en la corriente de aire durante la conducción y empeora la aerodinámica del vehículo. Además, estas soluciones son particularmente susceptibles al ruido del viento. El final del techo solar es, por lo tanto, previsible.

Prácticamente extinguidos: targa y barra en T

Las variantes de techo solar prácticas «targa y barra en T» están casi extintas. Ambas fueron soluciones que acercaron el descapotable y el coupé. En el targa se podía desmontar la parte central del techo. Porsche fue el pionero y principal proveedor de esta solución con el 911. Desde los años 70 hasta los 90, equipó Baur la respectiva generación de modelos de los BMW de la Serie 3 con techos targa.

Esto tenía la ventaja de que los conductores conseguían la sensación de descapotable, pero el coche seguía considerándose un sedán cerrado, un hecho que también resultó en ventajas financieras tanto fiscales como actuariales. Sin embargo, desde el punto de vista óptico, los descapotables de Baur nunca pudieron competir con los auténticos descapotables de BMW. Los targas ya apenas se fabrican hoy en día.
La barra en T prácticamente no estaba presente en los coches europeos. Fuero sobre todo los cupés estadounidenses los que se hicieron famosos por esta característica. Los Firebird, Camaro, Corvette o GTO equipados con barra en T aún se consideraban cupés cerrados. No obstante, los techos prácticamente desmontables convertían estos coches casi en descapotables.

Desde un punto de vista técnico se diferencia la barra en T del techo de targa en que tiene un puente en el centro de la carrocería. Así se divide el techo en dos partes separadas que se pueden retirar. Esto sobre todo tiene ventajas para la rigidez de la carrocería. Como de este modo no se corta el techo, se elimina la necesidad de reforzar el subsuelo. A pesar de ello, la barra en T ha desaparecido prácticamente del mercado lo que es una pena. Una ventaja particular de las pequeñas mitades del techo de una barra en T era que se podían almacenar con gran facilidad.

Tendencia contraria a la aspillera: el techo panorámico

El «parabrisas panorámico» era en los años 1950 una característica habitual de los coches y era fácil de reconocer en los pilares A. En lugar de un larguero recto y continuo, el pilar A se diseñó como un componente en forma de C o S. El parabrisas adecuadamente formado permitía una excelente visión panorámica. Sobre todo, el campo de visión frontal del conductor quedaba completamente libre de largueros perturbadores.

No obstante, esta solución tenía es gran desventaja puesto que hace que la carrocería sea extremadamente blanda, sobre todo en la parte del techo. En un accidente, incluso los grandes coches americanos se doblaron como cajas de cartón, de modo que muchos tuvieron que pagar por esta comodidad con sus vidas.

Desde hace 20 años la construcción de coches es exactamente lo contrario: en vez de pilares A-B-C de aspecto delgado y frágil, en lugar de enormes superficies de cristal, los coches contemporáneos tienen todo lo contrario: pilares tan gruesos como brazos y ventanas cada vez más pequeñas, que hacen que los coches se parezcan cada vez más a fortalezas.

El efecto es el deseado, pero también tiene su precio: los coches nunca han sido tan seguros como hoy, ni tan confusos. Aunque desde un punto de vista técnico se intenta contrarrestar con cámaras de marcha atrás, sensores de aparcamiento y sistemas automáticos de aparcamiento, nadie está realmente contento con las cápsulas oscuras en las que se ha convertido el interior de los coches hoy en día.

La tendencia contraria se denomina «techo panorámico«. Un techo panorámico es un gran cristal que se utiliza en lugar de un revestimiento para el techo. A la vez se aumenta el parabrisas. A diferencia de los coches de los años 50, el parabrisas ahora pasa por el borde delantero del techo hacia atrás. Esto no aumenta el campo de visión del conductor en relación con otros usuarios de la carretera. Sin embargo, crea una experiencia de conducción más agradable, ya que la luz del sol puede penetrar nuevamente en el coche en cantidades suficientes.

No todo son ventajas

El techo panorámico es normalmente un elemento rígido, que no se puede abrir. Los pasajeros toman el sol como en un descapotable, sin embargo, deben renunciar al aire fresco, siempre que no se añada un techo solar panorámico, con las desventajas mencionadas anteriormente.
Por otro lado, los descapotables con techo plegable están equipados con techos panorámicos. Aquí el pionero era Renault. Mientras tanto, otros fabricantes han seguido el ejemplo y también ofrecen esta opción como un extra.
Técnicamente, los techos plegables de vidrio no son inferiores a las variantes de chapa metálica. El vidrio duro es mucho menos sensible a los impactos como granizo, ramas o chinas más pequeñas que el fino panel de la carrocería.

Sin embargo, cuando están cerrados, los techos panorámicos aumentan a menudo el temido efecto invernadero en el coche. Por lo tanto, pedir un coche con techo panorámico sin aire acondicionado resulta bastante inútil. Por lo tanto, los coches con techo panorámico son extremadamente peligrosos cuando están aparcados para todo y todos que tengan que esperar en el coche. Los niños y los animales ya sufren después de poco tiempo. Por este motivo, es necesario aprender a manejar un vehículo con techo panorámico con mucho cuidado.

Un conflicto difícil de resolver

La luz y el aire frente a la seguridad y el confort de conducción – el equilibrio entre el placer de conducir y la utilidad también tendrá que pasar a la siguiente ronda con el techo solar. Desde el punto de vista de la carrocería apenas es posible solucionar el conflicto entre los aburridos cupés y los excitantes descapotables. Muchos de los pasos intermedios y las soluciones de compromiso plantean más problemas que ventajas a medio plazo.

¿Una solución podría ser quizás algún día pantallas flexibles que se montan en el revestimiento del techo? Esto podría dar a los ocupantes una sensación de descapotable sin interferir realmente con la rigidez y la seguridad de la carrocería. Nunca se debería decir nunca jamás. La industria automovilística ya ha hecho muchas locuras.

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