Señales alarmantes: Manchas debajo del coche

Nunca debería ignorar las manchas debajo del coche. En cualquier caso, significa que hay una fuga en alguna parte. Hay casos en los que esto es completamente inofensivo y técnicamente deseado. Sin embargo, la gran mayoría de las fugas se deben a un defecto que puede tener consecuencias desagradables e incluso graves. En este artículo le explicaremos qué hacer si encuentra manchas debajo del coche.

¿Qué líquidos hay en el coche?

Un coche dispone de una gran variedad de fluidos. Cada uno de ellos tiene características propias y cumple una función claramente determinada. Tan solo una parte de estos líquidos puede escaparse. Si reunimos todos los componentes líquidos de un automóvil, conseguimos la siguiente tabla:

Primer paso: el diagnóstico de manchas debajo del coche

El primer paso para evaluar el defecto es determinar qué tipo de líquido es. Las características propias de estos materiales facilitan enormemente su identificación:

La gasolina y el diésel tiene un olor característico. El diésel tiene una consistencia algo aceitosa y una coloración ligeramente marrón. La gasolina tiene un olor penetrante. También se puede identificar por el resplandor similar al de un arco iris, que asume la gasolina cuando se mezcla con agua, por ejemplo en un charco.

Los lubricantes son parduscos, negros y muy «grasientos». Por tanto, es bastante sencillo identificar una fuga de aceite. Se toma con el dedo índice y se frota en el pulgar. Así se puede ver fácilmente el efecto lubricante. Lo ideal sería utilizar los guantes desechables del botiquín de primeros auxilios. Pero no se olvide de reponerlos después puesto que su falta se considera un defecto en los controles. También necesita los guantes desechables si quiere ayudar a las víctimas de accidentes. Así se evitan infecciones.

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El líquido de refrigeración tiene un olor dulzón proveniente del glicol que se ha mezclado con el anticongelante. Por lo demás solo tiene propiedades lubricantes ligeras y es tan líquido como el agua. Los refrigerantes suelen ser ligeramente verdosos, en algunos casos también de color azulado o rojizo. Esto depende del anticongelante usado.

La condensación del sistema de aire acondicionado es agua clara sin más. Este es el único líquido que puede escaparse del coche. Surge durante el funcionamiento normal del aire acondicionado y se elimina simplemente. Eso se ha diseñado así y no es motivo de preocupación.

El agente refrigerante en el sistema de aire acondicionado solo es líquido mientras esté bajo presión. Si se produce una fuga en el aire acondicionado, el agente refrigerante se escapa en forma gaseosa y no deja residuos líquidos. Por lo tanto, las manchas debajo del coche no pueden provenir de un sistema de aire acondicionado defectuoso.

Una fuga de ácido de batería, en cambio, no es habitual. Las carcasas de las baterías normalmente duran mucho más que la disponibilidad técnica operacional de las baterías. Esto significa que una batería ya está defectuosa y debe reemplazarse antes de que la carcasa pueda presentar fugas. Sin embargo, en teoría, también es posible que se produzca una fuga en la batería. Al ser un ácido, llama la atención por su olor característico y penetrante. La identificación adicional es bastante simple: el ácido corrosivo habrá dejado sus marcas en la caja de la batería y en su camino hacia el suelo. En la mayoría de los casos, al menos la placa inferior de la bandeja de la batería estará completamente oxidada.

Segundo paso: encontrar la fuga

Una vez que se sepa de qué líquido se trata, se puede empezar a buscar la fuga. Aquí hay tres posibilidades:

Quien ya sepa algo de coches y conozca los puntos débiles típicos, puede examinar primero el motor sucio. Las fugas de aceite y otros líquidos pueden detectarse rápidamente, si se tiene experiencia. No obstante, a partir de cierto punto, esto puede resultar bastante complicado. Un coche más viejo también puede perder líquidos en varios lugares. En el caso de un motor sucio, existe por lo tanto un alto riesgo de que se cierre una fuga y se pase por alto otra.
Por ello, lo mejor es limpiar el motor exhaustivamente antes de ponerse a buscar la fuga. Aquí es realmente aconsejable proceder profesionalmente y a mano: limpiador de frenos, cepillo de enjuague, trapos y aire comprimido son las herramientas más adecuadas. El limpiador de alta presión, en cambio, no se recomienda para el lavado del motor. Al lavar el motor con el limpiador de alta presión, puede penetrar humedad en la unidad de control y en el sistema electrónico de encendido lo que puede causar averías.

Un método pionero para la limpieza de motores es el uso de hielo seco. En este caso el motor no se lava con un líquido sino con un CO2 congelado. Aunque este método es bastante caro con 60 euros aprox., el resultado es espectacular: el motor parece haber salido de fábrica. Este procedimiento es, sin duda, el mejor para encontrar una fuga. También hay que tener en cuenta que es bastante rápido con aprox. 20 minutos por lavado de motor y no produce ningún residuo.
Después de la limpieza, el automóvil se deja reposar durante unos 20 minutos. Entonces la fuga se debería encontrar enseguida.

El método más seguro para encontrar la causa de las fugas de aceite o refrigerante es el uso de agentes de contraste. Este método no solo es muy inteligente y práctico, sino también sorprendentemente económico. Para buscar una fuga mediante un agente de contraste se necesita:

El medio de contraste se vierte simplemente en el orificio de llenado de aceite o en el depósito de expansión del sistema de refrigeración. A continuación se deja el motor unos minutos en marcha. Luego se ilumina el compartimento de motor oscuro con una luz ultravioleta. El medio de contraste que se pierde queda claramente visible. Así se encuentra la fuga de forma rápida y segura.

CONSEJO: Si busca fugas en los sistemas de refrigeración y lubricación de su automóvil, no conviene utilizar ambos medios de contraste al mismo tiempo. Al usar una tras otra, la identificación de fugas es más clara.

Tercer paso: Reparar el daño correctamente

Solo hay un método para arreglar una fuga en un coche: la reparación correcta. Las mangueras con fugas se reemplazan completamente y no se envuelven con cinta de embalar. Las mangueras de freno permeables se desmontan y se reemplazan.

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Una junta defectuosa entre dos componentes se sustituye desmontado, limpiando y montándola correctamente. No hay lugar para chapuzas o soluciones rápidas. Hacemos hincapié en esto porque el mercado está lleno de supuestos remedios milagrosos. Queremos dejar esto muy claro:

Olvídese de los remedios «tapafugas». Estos remedios solo ayudan a corto plazo, si es que ayudan. En realidad, en la mayoría de los casos hacen más daño que bien. Los tapafugas para el sistema de refrigeración puede bloquear el termostato o reducir la potencia de radiador. Los remedios stop-fugas para aceites tiene en todo caso un uso cosmético, pero no puede sustituir una junta defectuosa.

Todos los intentos de reparación a medias también se descartan para los frenos y el suministro de combustible. Una fuga es molesta, pero es lo que es: una indicación de que el coche necesita urgentemente un mantenimiento completo.

Cuarto paso: proceder con sentido común

Las fugas tienden a aparecer en coches más mayores que no se han inspeccionado regularmente. En tal caso solo hay una posibilidad: examinar el coche con fugas a fondo y hacer una lista de todas las reparaciones a realizar.

Si el sistema de frenos tiene fugas, por lo general, también se debe cambiar el líquido de frenos. De paso también conviene revisar el depósito de expansión, los discos y los cilindros de freno así como los forros. Si de todos modos hay que desmontar muchas piezas, se puede aprovechar la ocasión para montar componentes nuevos.

En el caso del refrigerador, si el coche es tan viejo que las mangueras ya están porosas, entonces hay que renovarli. Por tanto, lo mejor es invertir 50 euros más y reparar el sistema de refrigeración completo. Así se consigue un estado definido que garantiza seguridad durante mucho tiempo.

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