Un coche de segunda mano es una opción económica y rápida para adquirir un vehículo. La oferta es inmensa, al igual que las trampas. Pagar de más es, en este caso, el menor de los riesgos. Si el coche cumple su función, un alto precio de compra es lo de menos. Mucho peor es, si la supuesta ganga se convierte en un pozo sin fondo. En esta guía le explicaremos, qué tiene que tener en cuenta a la hora de comprar un vehículo de segunda mano.
¿Qué se busca y cuál es el presupuesto?
Nadie busca «cualquier coche». Quien quiera comprar un coche de segunda mano, tiene generalmente una ligera idea de lo que busca. La buena noticia es que la oferta inmensa en casi cualquier segmento. Hay vehículos para cualquier presupuesto. Es posible encontrar un Mercedes o un BMW apto para circular por 500 a 1.000 euros capaz de pasar la ITV al menos una vez más. El mercado ha cambiado claramente en los últimos años a favor del comprador. También en los segmentos más caros se pueden encontrar muchos vehículo con una buena relación calidad-precio. No obstante, aquí también hay muchas ovejas negras.
Si un coche de 1.200 se despide después de un año, el daño el mucho menor que si se tratase de uno de 5.000 euros con una avería total. Un coche de segunda mano económico se puede reemplazar fácilmente, No obstante, si se comienzan a invertir en un vehículo de varios miles de euros, las visitas al taller a menudo se van sumando.
El pozo sin fondo llamado pérdida de valor
Se estima que un coche de segunda mano pierde la mitad de su valor tras unos cinco años. Entonces los factores más importantes son el kilometraje, el estado y el mantenimiento del vehículo. Hoy en día todavía se considera que un coche con ITV, limpio, sin oxido o manchas tiene un valor de 800 a 1.200 euro, aunque tenga más de 10 años. De por medio hay un gran margen de maniobra del que, sobre todo, los vendedores pretenden sacar partido.
¿Comprar un coche de segunda mano a un particular o a un vendedor?
Si compra su vehículo a un vendedor, suele recibir una garantía de un año. No obstante, esto también se notará en el precio. Además, el vendedor está generalmente obligado a sacar el máximo beneficio del vehículo. Si compra un vehículo de un particular, no tiene derecho a una garantía. Además, los particulares suelen vender sus vehículos principalmente para deshacerse de ellos. Por tanto, en función de la edad del vehículo, puede salir más rentable comprar el vehículo de una persona privada.
¿Qué aspectos conforman el valor de un automóvil?
Cuanto mayor sea el vehículo, más se equilibra su precio de compra original, la marca o la imagen. Un Mercedes Clase C de 1995, por ejemplo, está hoy en día al nivel de un Opel Corsa del mismo año, a pesar de ser un Mercedes. Este es el desarrollo normal que suele ser inevitable. Los factores con los que se puede estimar el valor de un coche son los siguientes:
– precio original
-edad
– kilometraje
– estado
– cuaderno de incidencias
El precio de compra original es por supuesto la base para la evolución de precios, sobre todo en los primeros cinco años. Por tanto, se debería conocer siempre el precio inicial del vehículo. Los vehículos de ocasión son una buena alternativa a un coche nuevo. Generalmente tiene un kilometraje aceptable e incluso un resto de garantía y su precio es un 30% inferior al original.
El kilometraje es aún hoy en día un criterio decisivo. Si bien la mayoría de los motores actuales son bastante duraderos, las marcas premium han sufrido en los últimos años una drástica pérdida de calidad que ya ha mandado a muchos motores al desguace a partir de los 80.000 kilómetros. A partir de un kilometraje de 100.000 kilómetros, el vehículo comienza a perder valor considerablemente. A partir de los 200.000 kilómetros se sitúa generalmente en el segmento de precios bajos.
Pero hay algunas pocas excepciones. Un Porsche 911, por ejemplo, raramente costará menos de 10.000 euros, independientemente del kilometraje que tenga. Hay que añadir también que cuando un coche alcanza dicho kilometraje, generalmente todavía aguantará otros 100.000 kilómetros.
El estado del vehículo hace referencia a abolladuras, rasguños, la calidad del barniz, manchas de oxido, la pulcritud del interior, etc. Pero no se deje impresionar por un vehículo demasiado perfecto. Los vendedores saben muy como sacar enseguida varios cientos de euros con algo de abrillantador.
El cuaderno de incidencias indica todos los trabajos de mantenimiento que se han hecho en el vehículo. Si compra un coche con un cuaderno de incidencias impecable, acuda al taller indicado en el sello para una revisión, sobre todo si ha comprado el coche a un vendedor independiente.
La inspección del coche de segunda mano
¿Ha encontrado un coche de segunda mano que ha despertado su interés? Entonces a llegado la hora de inspeccionar el vehículo. Preste atención a los siguientes aspectos:
¿Cuándo ha pasado la ITV? ¿Es el aspectos exterior del coche plausible? Si visita un vehículo que presuntamente ha pasado la ITV, pero cuyos faros están opacos, interrumpa la compra inmediatamente puesto que se trata de un timo.
Abra el capó. ¿Todo bien limpio o con la suciedad habitual? Un motor recién limpiado es bonito, pero también puede ocultar una fuga de aceite. Preste especial atención a posibles fugas de aceite o líquido refrigerante.
Toque el motor con la palma de la mano. ¿Está caliente? Entonces el anterior propietario lo ha precalentado para que arranque mejor.
Abra el tapón de aceite. ¿Hay espuma debajo? Si la respuesta es sí, entonces la junta de culata está defectuosa. Esto también es el caso, cuando el refrigerante está negro por el aceite.
A partir de cierta edad es inevitable que un coche tenga manchas de oxido. Mientras solo sean externas, no hay ningún problema. Pase la mano por debajo del faldón lateral, es decir, el larguero bajo las puertas. Si allí hay oxido, se ha de soldar el coche. Gire el volante hasta el tope. ¿El interior de los neumáticos está desgastado? Si la repuesta es sí, entonces hay un problema con el chasis. Posiblemente esté la barra de dirección deformada. Compruebe el grosor de los discos y los forros de freno. Si solo quedan un par de milímetros, pronto se tendrán que reparar los frenos. Revise de paso también las juntas homocinéticas, justo detrás de la rueda. Si están agrietadas y pierden aceite, se han cambiar sin falta.
Arranque ahora el motor. ¿Brama el tubo de escape? Pise el acelerador un par de veces. Debe estar en perfectas condiciones y funcionar con total normalidad.
Preste atención a las luces del salpicadero. Todas las luces, el avisador luminoso del motor, del ABS, del nivel de aceite, de la temperatura, de los airbags, se han de encender al arrancar y luego apagarse inmediatamente. Revise el alumbrado, tanto el interior como el exterior. Haga un viaje de prueba y preste atención a la dirección del vehículo. Frene bruscamente y compruebe si el coche se desvía. Si es el caso, las pinzas de freno podrían estar atascadas. Revise durante el trayecto de prueba también el comportamiento de la suspensión y el embrague.
Después abra el capó de nuevo y eche un vistazo al compartimento de motor. ¿Encuentra ahora una fuga de aceite o líquido refrigerante? Compruebe el estado de mantenimiento a través de los papeles en el compartimento de motor. El líquido de frenos, la correa dentada y el cambio de aceite deberían estar dentro de los intervalos de inspección. Rodee la manguera de agua refrigerante más gorda (cuidado, caliente). Si este parece estar muy llena, la junta de culata suele estar defectuosa.
Trampas específicas en vehículos de segunda mano
Cuando se haya decidido por un vehículo, infórmese sobre los puntos débiles más comunes del modelo en cuestión. Estos pueden variar en función del vehículo. Si se interesa, por ejemplo, por un vehículo VAG (Audi, Volkswagen, Seat o Skoda) con un motor TFSI, es posible que se encuentre con un sorpresa desagradable. Dichos vehículos tienen problemas masivos con los segmentos de compresión, cuya reparación cuesta varios miles de euros. Aunque el vehículo brille y le atraiga con un cuaderno de incidencias completo, un kilometraje reducido y la ITV recién pasada, infórmese SIEMPRE exhaustivamente sobre el modelo.
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